La actividad funcionó como un nodo de encuentro entre estudiantes, docentes, personal administrativo, y obrero, y tomó como marco orientador el documento guía emitido por el Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria, que sirvió de ayuda memoria para ordenar el debate y señalar prioridades en materia de investigación, financiamiento, formación integral y vinculación territorial. Cada sector presentó y leyó propuestas consideradas viables, ideas que respondieron a las preguntas planteadas en la guía ministerial y que reflejaron la preocupación por una universidad inserta en las comunidades y activa en la construcción del proyecto nacional.
El rector Ignacio Barreto enfatizó el carácter orgánico y de futuro de la iniciativa, “Asamblea que viene con varios puntos de agenda que debemos cumplir. La Constituyente Universitaria forma parte de esa instrucción que viene dada de nuestro presidente… que da como respuesta que nos estamos organizando como país, pero pensando en el futuro del mismo; para verlo concretado, esa es la razón de ser de la constituyente”.
Asimismo, subrayó la intención de profundizar la relación entre universidad y territorio, “Como se ve la universidad interactuando en el territorio, con las comunas, ya no simplemente instalándose, sino que también pueda haber voceros del sector universitario, estudiantes, obreros, que formen parte del gobierno”. En esa línea, planteó la interrogante sobre el papel que la universidad debía asumir en las estructuras de gobierno y en los procesos de formación que dialogan con las comunidades.
Tras el debate y la presentación de propuestas por sector, se realizó la postulación y votación de candidatos. Los resultados arrojaron los siguientes voceros electos, quienes fueron proclamados y juramentados ante la asamblea, por el sector estudiantil, Johan Williams, Dawson Ruiz y Airam Salcero; por el sector administrativo, Nelson Campos, Helen Guzmán y Silvia Long; por el sector obrero, César Ruiz; y por el sector docente, Ivonne Rodríguez. Los electos se comprometieron públicamente a alzar la voz de cada estamento y a promover las iniciativas discutidas durante la jornada.
La asamblea concluyó como un acto de arraigo colectivo y de responsabilidad institucional, más que una simple elección, fue la puesta en escena de una comunidad que se reconoció capaz de discutir estratégicamente sus prioridades y de construir propuestas concertadas, en consonancia con las orientaciones ministeriales y con la aspiración de que la universidad sea motor de transformación social y cultural.
Texto: Daniela Barrios
Fotos y Videos: FS / IC
