El ciclo de conferencias de la Universidad Nacional Experimental de las Artes, Unearte en diálogo, espacio de formación permanente de la institución, llevó a cabo una enriquecedora clase magistral titulada «El Son Cubano vs. Merengue», como parte del Proyecto Artístico Comunitario (PAC) «La ruta del son – del Caribe a los Barrios Caraqueños». La conferencia fue impartida por el maestro honorario Juan Ramón «El Biry» Pedrón, reconocido músico y maestro honorario de esta casa de estudios.
Desde sus inicios a los 16 años, «El Biry» ha sido un referente en la música venezolana, comenzando su trayectoria con el merengue caraqueño en la Banda Marcial Caracas, la primera banda de la República dedicada a interpretar música venezolana. A lo largo de su carrera, ha formado parte de diversas orquestas, incluyendo Los Antaños del Stadium y Los Megatones de Lucho, y ha dedicado su vida a enseñar a nuevas generaciones de músicos, promoviendo la preservación de los ritmos bailables venezolanos.

Durante la conferencia, «El Biry» destacó que la falta de divulgación en los medios de comunicación ha contribuido a la disminución del merengue caraqueño en la escena musical actual. «Esa es la música que nosotros, los capitalinos, tenemos para bailar y no la salsa, como nos lo han hecho creer», afirmó, subrayando la necesidad de valorar y rescatar los ritmos autóctonos.
Historia del Merengue Caraqueño
El merengue caraqueño, también conocido como Música Cañonera o Merengue Rucañeao, emergió a principios del siglo XX en Caracas, durante el gobierno de Juan Vicente Gómez. Este género, que rápidamente se integró al repertorio musical venezolano, se convirtió en el baile favorito de la capital, a pesar de ser rechazado por la alta sociedad de la época. Durante los carnavales, el merengue era la música predominante, amenizando desfiles y celebraciones.
A lo largo de los años, el merengue caraqueño se diversificó, dando lugar a distintos estilos y agrupaciones. Sin embargo, a finales de los años cincuenta, comenzó a perder popularidad debido a la influencia de ritmos extranjeros.
El son cubano, por su parte, originario de Santiago de Cuba, también fue discutido como un género que combina elementos africanos, españoles y caribeños, y que ha influido en la creación de la salsa moderna. Este conversatorio no solo celebra la rica historia musical de la región, sino que también invita a la comunidad a redescubrir y valorar sus raíces.
La clase magistral fue un recordatorio de la importancia de preservar y difundir la música tradicional venezolana y caribeña. La cultura musical es un pilar fundamental de la identidad de los barrios caraqueños, y conversatorios como este son cruciales para mantener viva nuestra herencia cultural.
Texto: Freddy Hernández





